Los aceros inoxidables son aleaciones de hierro, carbono y cromo, este último es el que se encarga de darle dureza, brillo y la propiedad inoxidable; en ocasiones estos aceros se complementan o mejoran agregando otros componentes, los principales son:
Níquel: este es el que más se utiliza, debido a que, cuando se añade al acero, evita su corrosión y mejora la resistencia a la tracción.
Manganeso: aporta más dureza, por lo tanto, resistencia al desgaste.
Los aceros inoxidables se clasifican en función de los distintos elementos y de las cantidades relativas de cada uno de ellos, existen diferentes clasificaciones, pero se podrían considerar cuatro básicos: martensíticos, ferríticos, austeníticos y dúplex.
Como sabemos, cada uno de estos tipos y subtipos se utilizan en distintos mercados como lo es en la construcción y arquitectura, logrando varios acabados, fácil de trabajar, altamente flexible, entre otras cosas; también es usado en equipo médico y quirúrgico, ya que puede esterilizarse, o en la industria automotriz, fabricación de joyería, etc. Pero ¿realmente sabemos por qué es tan útil?, la respuesta son sus múltiples cualidades que te dejaremos a continuación.
Propiedades del acero inoxidable
El conjunto de todas estas características, hacen que el uso del acero sea predilecto al tratarse del sector de construcción por sobre otros materiales; cuenta con ventajas que no pueden pasar desapercibidas como la gran resistencia en desastres, malformaciones y movimientos, su estabilidad en cuanto a fuerza y peso, además de ser maleable y poder realizar con el diferentes estructuras y modelos. Y si a todo esto le agregamos el ahorro económico que implica usarlo, lo convierte en la mejor opción.